La procesionaria del pino: un peligro del sur de Europa

La oruga procesionaria del pino puede ser un verdadero problema en el sur de Europa. Hacia finales de diciembre y entre enero y febrero, es posible notar cómo aparecen nidos sedosos como telarañas en los pinos. Estos tienen un peligro oculto: la procesionaria del pino.

La procesionaria si bien parece completamente inofensiva, pone sus huevos durante el verano en las hojas de los pinos. Cuando las orugas eclosionan, se comen las hojas de los pinos durante la noche y se reúnen en los sedosos nidos durante el día. Los nidos suelen estar situados en lo alto del árbol apuntando hacia el sol. Durante el invierno, las orugas crecen en tamaño hasta que están listas para transformarse en polillas.

Es en esta época que son peligrosas, particularmente para los animales curiosos como los gatos y los perros. Entonces, ¿por qué son tan peligrosas? El día de hoy abordaremos ese tema. Pero podrás conseguir información adicional en https://www.procesionaria.net

El peligro de las procesionarias del pino

Dependiendo del clima y la temperatura, en algún momento de la primavera las orugas salen de los nidos, bajan del árbol al suelo para encontrar un lugar adecuado para enterrarse y convertirse en pupas para su transformación en polillas. Es en este momento cuando representan la mayor amenaza. Afortunadamente, la mayoría de las veces esto ocurre de noche, aunque pueden ser vistos durante el día.

Como método de defensa, la procesionaria del pino tiene pequeños pelos de púas que cubren su cuerpo y que pueden llegar a ser irritantes para la piel. En algunos casos, los humanos pueden desarrollar una reacción desagradable. También se dice que durante las últimas etapas de la larva, los pelos pueden ser lanzados como arpones si se ven amenazados.

Etimología

Las orugas reciben su nombre por el hecho de que hacen este viaje al suelo en una línea procesional, de la nariz a la cola. La línea de procesión a veces puede ser de unos pocos metros de largo pareciendo una serpiente larga y furiosa.

Precauciones

Por supuesto, el contacto humano adulto se evita fácilmente, sin embargo, hay que tener cuidado con los niños y los animales domésticos curiosos. Los gatos y perros que curiosamente han olido una procesionaria del pino pueden sufrir heridas horribles e incluso la muerte. Se han dado casos de perros perdiendo sus lenguas por sufrir una necrosis.